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El CONICET lamenta el fallecimiento del Ing. Eduardo Lombardo
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El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) expresa su más profundo pesar por el fallecimiento del Ing. Eduardo Lombardo, ocurrido ayer, 24 de abril, en París, Francia, ciudad donde se encontraba en compañía de su esposa Yolanda.
El Ing. Lombardo, Investigador Superior jubilado Emérito del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica “Ing. José Miguel Parera” (INCAPE, CONICET-UNL), fue protagonista fundamental de la historia del Instituto y de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral.
Con motivo del fallecimiento no se desarrollarán actividades en el INCAPE en el día de la fecha.
Su grupo de trabajo así lo recuerda:
Para la mayoría de quienes bien gastamos los días en el ámbito académico, siempre fue El Ingeniero Lombardo. Y puesta de esa manera la palabra Ingeniero no alude solo a un título universitario, sino que expresa una pasión. De la misma forma que uno diría de otros El Poeta o El Cantor. Con esto queremos resaltar la fuerte vocación de Eduardo, uno de los pilares fundamentales que le permitió desarrollar una exitosa y brillante carrera académica reconocida ampliamente a nivel internacional. Resaltamos como otros dos pilares su inclinación al trabajo en grupo y la colaboración, y la permanente valoración del equilibrio Docencia-Investigación- Transferencia de Tecnología.
Por supuesto que esos tres pilares por si solos no justifican la brillante trayectoria de Eduardo, hay que agregar características de su persona que fueron motores de sus actividades: trabajador incansable, permanente generador de ideas renovadoras, optimista incorregible, docente de alma, y dueño de una mente analítica y brillante que le permitió siempre ver más allá que lo usual. Como ejemplo de esto último, cuando recién en los países del primer mundo se comenzaba a hablar de la contaminación de la atmósfera provocada por emisiones gaseosas industriales y de medios de transporte, su grupo fue pionero en Argentina y en Latinoamérica en encarar la temática tanto en investigación como en transferencia de tecnología.
Muestra de esto fue el primer catalizador nacional, que permitió a YPF reducir las emisiones de monóxido de carbono a la atmósfera en plantas de craqueo catalítico a la vez que mejorar su balance energético. Y también las reconocidas publicaciones de alto impacto en el área de control de emisiones provenientes de medios de transporte y energías renovables.
Además de haber sido invitado en numerosas oportunidades para brindar conferencias, charlas y cursos en prestigiosas instituciones internacionales, recibió importantes premios y distinciones: Premio Bernardo Houssay a la Trayectoria Científica y Tecnológica (2005), otorgado por la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; Primer Premio a la Excelencia (2006) otorgado por el Instituto Argentino de la Excelencia (IADE); Premio a la Trayectoria en Catálisis (2007), otorgado por el Comité Nacional de Catálisis (CONACA); Premio Consagración Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Sección Ingeniería (2011); entre otras distinciones.
Finalmente, quienes hoy en INCAPE y en la Facultad de Ingeniería Química somos continuadores de la tarea iniciada por Eduardo, queremos agradecerle por su gran esfuerzo y visión emprendedora que ha generado en gran medida que nuestras instituciones sean ámbitos que crecen y mejoren día a día en los aspectos que él siempre resaltó que es necesario abarcar: docencia, investigación y transferencia tecnológica.
No menos importante, agradecemos también su permanente prédica y ejemplo para que las relaciones humanas sean la base firme de los logros obtenidos.